jueves, marzo 30, 2006

proyecto para un cuento


Cabrera (o Storlich, si lo ambientamos en República Checa) era un niño irascible, con evidentes trastornos de conducta y dificultades para manejar sus emociones. Durante la adolescencia tuvo todo tipo de dificultades; con sus padres, con muchachos de su edad y más grandes, con la ley, con el consumo de sustancias (a seleccionar luego). A los dieciocho años, cansado de tantos desbordes y conflictos se somete a cierta estrictísima rutina de horas de trabajo duro + horas de estudio y visitas a la iglesia (u horas de estudio + horas de ejercicio y trabajo voluntario…). Se prohíbe salidas nocturnas, encontrarse con sus antiguos compañeros, etc. Mientras él continúa siguiendo rigurosamente estas medidas, todos los que lo conocen señalan la maravilla del cambio en el comportamiento de Cabrera. Lo adjudican a su nueva y aburrida novia, a la iglesia, al alejamiento del alcohol (a aquello que él más se aferre).

Inseguros o manipuladores, quienes comparten con Cabrera la actividad diaria se ven impresionados por su aparente fortaleza. Motivado por ellos, él va a escalando posiciones y ganando notoriedad hasta llegar al último lugar de autoridad (jefe de las fuerzas armadas, director de escuela…). Allí, y convencido de lo adecuado de la intervención, aplica a la totalidad de la organización las mismas medidas que vio (y ve) necesario aplicar en sí mismo.

FIN

o

Un grupo dentro de la organización se subleva y Cabrera decide establecer pautas aún más severas, encrudeciéndose el conflicto.

FIN


Comments:
Da ganas de escribir con este post... aunque sea... todo lo contrario...
 
escribaló pepe! que tanta pedagogía
 
de acuerdo con todo lo anterior. Funes, qué tipo bien parecido que es ud! si me permite decirlo...
 
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