martes, diciembre 20, 2005

22 el loco

El tipo, así. Quiebra las cejas, levanta el dedo y las mujeres se toman de las manos y bailan la danza de los vientres negros. Cierra el puño y carraspea como un viejito rezongón y sanguíneo y en una procesión los hombres se sacan las cabezas y se las entregan para que las haga gesticular. Más refunfuña y más cabezas le alcanzan. Más imposible su promesa y más incondicionales. Gobiernan paroxismos en lo del Tercer Reich.

- ¿Y cómo?¿cómo la locura?

No es cómo, es dónde. La locura en el partido Nacional Socialista en Alemania como en la Iglesia Evangélica del presidente Bush, como en la manifestación de los tronquistas, como en la cancha de San Lorenzo o en el gremio docente.

- ¿Y por qué la locura?

No es por qué, es para qué. Para estar en algún lado.

Una chica se apura en cruzar la calle pero igual lo hace en rojo. El tipo del camión de gaseosas saca la cabeza por la ventana y le grita “conchuda”. Pienso que gritarle “conchuda” a una mina es gracioso. Pienso si el humor tiene algo que ver con la locura. Seguro que sí. No sé qué, pero seguro que sí. Queda para otro post, supongo.

Comments:
uh, qué loco
 
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